
Otra vez aparecen millonarias sumas de dinero que no pueden justificar, esta vez en cajas prolijamente guardadas en la casa del administrador de bienes de la familia Kirchner. Son 75 millones de dólares norteamericanos, esos dólares equivalen al valor de mercado 13.650.000.000 millones de pesos.
Los argentinos atravesamos años muy duros y se vienen años muy complejos por delante en los que se va a profundizar la pobreza, la inflación, la destrucción del capital y la pérdida de empleo. No podemos seguir soportando un hecho más como éste. Es un insulto a la inteligencia y al esfuerzo que vamos a tener que hacer para salir de tanta destrucción que han provocado.
La plata de la corrupción no sale de las empresas, la plata de la corrupción sale del Estado que paga la obra más el sobreprecio con el que se paga la coima. Cada dólar que falta en este país es un dólar que la corrupción se llevó con la más absoluta impunidad. Cada dólar de la corrupción son innumerables obras que faltan en la Argentina. Con esa suma de dinero podrían haberse construido 2.730 casas; 75 escuelas o 30 hospitales. Es mucho más que la masa salarial de algunas provincias.
Ya vimos como dejaban bolsos con millones en un convento, como contaban dólares en “la rosadita”; o como repartían plata y lo anotaban en cuadernos gloria sin ponerse siquiera colorados. Ya no podemos seguir soportando semejante insulto. ¿Qué espera la justicia para avanzar con los cientos de causas por corrupción de la familia Kirchner y sus funcionarios? ¿Qué más hace falta para que estén presos los que se robaron el futuro y la esperanza de los argentinos?
Quiero vivir en un país normal y para eso necesitamos jueces y fiscales independientes que se animen a enfrentar y poner límites al poder, basta de una justicia cómplice que garantiza la impunidad del poder que está destruyendo la Argentina y subsumiéndola en la más absoluta pobreza.
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